martes, 20 de julio de 2010

La valentía de ser yo.

Estoy en medio de los ensayos de otra obra. Somos cuatro actores que entre nosotros no nos conocemos de nada y la directora es una artista muy interesante. Cineasta, actriz, guionista y dramaturga. Simpática persona y además muy cuidadosa e intuitiva para sacar lo mejor o peor de cada uno. Buena para hurgar en los actores y encontrarles lo que le podría encajar al personaje. Las sesiones son como terapias en las que quedo humanamente expuesta en función del experimento colectivo.

Nos hace traer al presente situaciones pasadas, enterradas y vencidas, provoca consultas muy hondas de lo que somos y de cómo somos en determinadas situaciones, en el amor, en la vergüenza, en el desamor, en la conquista, siendo desplazados...

Me tiene en un estado de ninguna certeza. Millones de preguntas que tengo de mí misma, de quien soy y de qué proyecto.

Crisis existencial de los 27? jajjaa.

Hoy estaba en una improvisación, y en el rol de Julia, husmeaba en los apuntes de mi compañero de escena en su rol de Tomás. Y al mismo tiempo que Julia lo miraba desafiante por violar sus intimidades, Aurora le rogaba disculpas a Gonzalo por el atrevimiento! Cómo explicar que simultáneamente pasaron por mí los dos pensamientos?! Díganme si no es esquizoide este oficio mío!

Para descifrar los personajes, los soltamos a jugar, los entrevistamos y un poco entre todos vamos armando el muñeco. Como ponerle una mano o coserle el ojo izquierdo alguien sugiere sus miedos, otro le encuentra sus rubores. Y de alguna forma es cómodo ayudarse de los demás para atar cabos sueltos que solos no podemos encontrar dentro de nosotros mismos.

Ahorita escribía esto:

"La escasa visión de mí misma me obliga a compartir esta urgencia. Quisiera que cada uno dijera qué soy en ellos, cómo me ven y en esto reclamo de todos la verdad, aunque con ello pusieran en riesgo su propio velo encubridor. Sus palabras serán escenciales para comparar lo que de mí ya tengo y llegar a una especie de consenso entre sus miradas y la mía esquizoidemente llena de ninguna certeza".

En estado de transferencia,

Aurora.

2 comentarios:

  1. La crisis te llegó temprano, casi siempre nos sorprende sobre los 30 o después a los que ya pasamos a los ta, hace un cortooo, que quede claro, tiempo. Para mi eres la primavera, si tengo que pensar en las cuatro estaciones, pues tú eres la primavera, que llena con sus colores y sus olores diferentes todos. Todavía en estado de transferencia para el verano, con menos colores ya, pero los necesarios para quedarnos atrapados en ella.
    Con menos intento de poseía, pues te diría que me gusta que vivas tus sueños, que los sigas como los niños a las mariposas, que dentro de esa tigresa que se enfrenta a la vida se desvela la niña inocente. Que no te preocupes tanto que como dijo Martí: un niño bueno, inteligente y aseado es siempre hermoso :-)

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  2. Porque será que a medida del tiempo crece también un miedo.Ya no somos tan inocentes. Comienza una edad pegajosa, que no es el reflejo de la mitad pero sí de la cercanía del tiempo en que se comienza a vivir con intensidad la vida. Antes, al menos yo, no me detenía a pensar en la persona que soy mientras pisaba el escenario. Y hoy contemplo que las preguntas que tenía a mis 20 años de edad se han multiplicado por 3 simultáneamente. El teatro juega con su propio teatro y cuando un actor u actriz se ha expuesto y cree estar en carne viva, mentira, luego están los huesos, y el alma. Todos los secretos no se pueden agotar en una sola función.

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